Historia de Lucy

5 minutos tiempo de lectura

Nombre: Lucía María Martínez Salgado 

Edad: 28 años

Puesto: Capacitación en Smile Pill.


Desde que tenía 10 años, Lucy, como le decían los niños de la colonia cuando salía a jugar a las escondidillas o ¡Lucía María Martínez Salgado ven para acá! Cuando su mamá descubrió el florero roto de girasoles que tenía en la mesita junto al teléfono. Era una niña muy alegre y con grandes sueños.


Era la mas pequeña de 3 hermanos, dos hombres que le llevan 3 y 5 años, era la encargada de ayudar a su madre con la limpieza, los quehaceres del hogar y preparar la comida para toda la familia, según su mamá por ser mujer era su responsabilidad.

Sus hermanos dejaron la preparatoria y se pusieron a “chambear”, pero ella no quería seguir el mismo camino, siempre soñó con terminar una licenciatura y trabajar en una empresa muy importante, el solo hecho de mencionar esto le traía muchos problemas con su padre, él decía que “estudiar es una pérdida de tiempo, por ser mujer tienes que buscarte un marido para casarse y que te mantenga, mejor aprende hacer bien de comer para que no te vayan a dejar”.

Casi obligada por la presión social, a los 18 años se casó con Miguel, el mejor amigo de su hermano mayor que ya tenía casi 30 años, al año se embarazó de su primer hijo, Miguelito.

Siempre quiso regresar a estudiar, pero Miguel no se lo permitía, decía que “el lugar de la mujer era en la casa, cuidando a los hijos y a su marido”, un año después se embarazó nuevamente, en esta ocasión sería una niña que nombraron Margarita, como su madre.

Ante la crisis económica, Miguel perdió su trabajo y decidió emprender un viaje hacia los Estados Unidos, allá vería a su padrino que se había ido hace menos de un año y le prometió trabajo y pago en dólares.

Al salir por la puerta de la casa, no volvió a saber nada más de Miguel. 

Tuvo que regresar a la casa de sus padres, pero era juzgada constantemente y la culpaban por el abandono de Miguel, además de ser presionada para conseguir un trabajo y ayudar con los gastos del hogar.

Era muy decidida y nunca tuvo miedo de trabajar, aunque solo había terminado la preparatoria era muy inteligente, encontró una vacante de demostradora en Smile Pill, una empresa que le ofrecía prestaciones de ley y tenía muy buenas calificaciones en los buscadores de trabajo, además la vacante era en un centro comercial muy cercano a su casa, por lo que podía seguir cuidando a sus hijos.

No lo dudó y se postuló para la vacante, después de la capacitación comenzó con este nuevo reto, era muy feliz en su trabajo y se esforzaba continuamente para aprender y ser la mejor en sus obligaciones.

Siempre fue una empleada destacada y reconocida en su trabajo, en una ocasión se enteró en un comunicado que en Smile Pill contaban con una prestación de apoyo a los empleados que querían continuar con sus estudios, no lo pensó ni dos veces y acudió con su jefe directo a preguntar los requisitos para acceder a este beneficio. 

Fue una tarea muy cansada y de mucha dedicación, pero al cabo de 4 años se tituló en la carrera de Comunicación Organizacional y aplicó para un puesto en el corporativo en Smile Pill en el área de Capacitación, pues quería compartir su experiencia e impulsar a otras mujeres a cumplir sus metas.

Se sentía muy feliz, había logrado cumplir su sueño de terminar sus estudios, se mudó a la Ciudad de México junto con su familia para enfrentar este nuevo reto profesional, gracias a las prestaciones de su trabajo logró comprar un departamento, sus hijos estaban estudiando y estaba superándose en su nuevo puesto.


Conoció a alguien con el que había congeniado, que la admiraba, respetaba y que le hacía sentir mariposas en el estómago, justo la misma emoción como en aquellos días cuando a los 10 años allá en la colonia Providencia de Guadalajara hacía travesuras con sus amigos.


Es muy  feliz, está cumpliendo sus sueños, se siente libre y con mucha fuerza porque es dueña de su vida y de sus decisiones. 


Lucy es un ejemplo de superación, de lucha, trabajo, esfuerzo, de empoderamiento femenino, no es un tema de consignas o marchas, es la sensación de sentirte libre, de tener el control de tu vida, de aceptarte como eres, de superarte, de tomar el control de tus decisiones, de tu futuro, de tu felicidad, de decidir ser tú.


¡TÚ tienes el PODER de dirigir tu vida!

Si necesitas más información, comunícate con nosotros en: cultura@smilepill.mx

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Comentario

  • Paco

    Que buen relato, me da gusto que este tipo de historias se hagan públicas y sobre todo animen a más mujeres a dejar el viejo molde. Y también reconocer su labor como empresa para que esto suceda!!

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